Es más fácil solicitar la ciudadanía italiana en Italia? Desde hace dos o tres años, cientos de personas optaron por dejar de esperar la burocracia de los trámites en Argentina y se lanzaron, al igual que sus antepasados pero ahora en sentido inverso, a gestionar la ciudadanía directamente en Italia.
Hay que llevar la misma documentación que se presenta en el país, aunque todo tiene que estar traducido y con el “apostillado” de La Haya, un requisito que se exige para toda documentación argentina que se envía a otro país, y que se tramita en el Colegio de Escribanos.
Generalmente, los interesados van a la comuna de origen de la ciudadanía italiana o a alguna no tan grande, donde el trámite puede ser más ágil. La que más gente recibe actualmente es Torino. Lo primero que se necesita es alquilar un inmueble para fijar residencia; luego hay que hacer un trámite en la comuna para fijar esa residencia, y después de un mes de estar ahí, y una vez que pase un control para constatar que se está viviendo efectivamente en ese lugar, recién en ese momento se puede empezar el trámite de la ciudadanía en una comuna. Una aclaración importante es que ese trámite es presencial. O sea que sólo se otorga la ciudadanía a la persona presente y es para el que va a Italia solamente, y no para toda su familia, como ocurre cuando se tramita en el Consulado.
Hasta hace poco, en tres meses se podía sacar de esta forma la ciudadanía, incluso se había armado un pequeño negocio en Italia con personas que se encargaban de alquilar un lugar, de buscar un contacto en la Comuna y de facilitar el resto de los trámites. Últimamente se complicó por un detalle: al final del proceso del trámite de la ciudadanía la Comuna tiene que mandar un mail al consulado donde el italiano residía preguntando si alguno de los que tramitan renunció a la ciudadanía. Es un trámite burocrático, porque es obvio que nadie que va a gestionar la ciudadanía renuncia a ella antes, pero ese asunto complica el final de la gestión. La contestación de ese mail muchas veces tarda entre 15 y 20 días. Y como ahora están todas las comunas atestadas de argentinos y brasileños que van a Italia a tramitar la ciudadanía, se están dando turnos para dentro de seis meses. Antes, la gente iba y se volvía en tres meses a lo sumo. Ahora hay que mantenerse más tiempo, con lo que algunos necesitan buscar trabajo en ese lapso.
En caso de las parejas, suelen viajar los dos e inscribir el matrimonio en Italia para hacer la naturalización en Italia. Si en cambio se vuelve a Argentina se puede hacer acá, donde desde 2018 se exige también (para la naturalización de matrimonio) un certificado de examen de idioma italiano de nivel B1. Como la ciudadanía que se gestiona en Italia es presencial para la persona que viaja, se la puede traspasar a los hijos menores recién en Argentina, cuando se fija el domicilio en el Consulado y se vuelve a aplicar la residencia en Rosario. Es un trámite de inscripción que se realiza en la oficina Anágrafe del Registro Civil del consulado. Para los hijos menores de 18 años la ciudadanía se otorga en 5 ó 6 meses; pero si son mayores tarda un año.
La pregunta final es si podrá resolverse el problema de trámites que como un reclamo generalizado mantienen los italianos que quieren gestionar este año su ciudadanía en Rosario. Es probable que se encuentren soluciones provisorias y parciales si se dispone un reordenamiento global del personal de otros consulados. No es un problema de presupuesto, ya que el que dispone el Ministerio del Exterior italiano aumentó durante los últimos cinco años, pero por el contrario el personal destinado a los consulados disminuyó un tercio desde 2012. La idea hacia el futuro parece ser la digitalización de los servicios consulares a través de sistemas que hasta ahora, aseguran, han mostrado por igual amplios márgenes de mejora como notables falencias. Mientras tanto se necesitan soluciones prácticas de rápida implementación.
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