La principal formación progresista de Italia, el Partido Demócrata (PD) que lidera el ex primer ministro Enrico Letta, pedirá hoy al Gobierno que preside Mario Draghi que imponga la vacunación obligatoria en el país «para afrontar el aumento de los contagios en curso» por la variante ómicron.
Es «el único modo, en nuestra opinión, de hacer claridad y evitar entrar en distinciones de edad o de funciones que terminan por traer más malentendidos que soluciones», dijeron fuentes del PD citadas por los medios locales. El anuncio llega pocas horas antes de la reunión que esta tarde mantendrán con Draghi los representantes de los partidos que forman la mayoría gubernamental, todos menos el ultraderechista Hermanos de Italia, para consensuar nuevas medidas.
Las nuevas restricciones deben ser aprobadas hoy mismo en un Consejo de Ministros previsto tras el encuentro de los políticos, aunque por el momento el Gabinete no ha sido convocado oficialmente. Entre las medidas que se barajan figura la vacunación obligatoria para las personas frágiles, incluidas las mayores de 60 años, mientras la imposición del certificado sanitario reforzado a todos los trabajadores, que ya ha tenido que posponerse en varias ocasiones por falta de apoyo, sigue sin contar con el consenso necesario, según medios locales.
El «súper certificado», que se otorga sólo a los vacunados o a quienes han superado la enfermedad, frente al normal, que también puede lograrse con una prueba negativa, está considerado por muchos como «una vacunación obligatoria enmascarada». La semana pasada, el Gobierno decidió que el super pase sería necesario, desde el 10 de enero, para poder acceder a los medios de transporte, además de a hoteles, ceremonias o festivales, y se abolió la cuarentena para los vacunados desde hace menos de cuatro meses o con la dosis de refuerzo por contacto estrecho con un positivo.
Italia volvió a superar, en las últimas 24 horas, el récord de casos desde el inicio de la pandemia, con 170.844, mientras que los muertos ascendieron a 259, el peor dato desde abril pasado. Pero fuentes del Gobierno explican que esa cifra incluye el último recuento de fallecidos en las regiones de Liguria y Sicilia, que no se habían recopilado previamente, y que se eleva a unos 70, por lo que los muertos rondarían los 190, en consonancia con los números de los últimos días.
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