El aprendizaje del español se ha extendido enormemente en Italia, donde en la actualidad lo estudian 850.000 niños frente a los pocos más de 25.000 que lo hacían hace tres décadas, gracias al impulso que le ha dado el sistema educativo italiano y a la labor del Instituto Cervantes, que cuenta con cuatro sedes en este país
«El español ha ganado una popularidad tremenda y en España se desconoce hasta qué punto hay una demanda de aprendizaje de nuestro idioma», dijo este jueves el director del Instituto Cervantes de Roma, Ignacio Peyró, en el Instituto Villa Flaminia de la capital italiana, donde se firmó un acuerdo de colaboración entre ambas instituciones.
Este acuerdo es «un símbolo de una exitosa colaboración que ya tenemos con numeroso queremos extender con universidades e institutos», explicó al término de un acto en el que también participó el embajador de España en Italia, Miguel Ángel Fernández-Palacio. El Villa Flaminia es uno de los refrentes de la enseñanza del español en Roma, donde cerca de 500 de sus 1.000 alumnos ya lo estudian. Y el próximo año serán aún más, ya que comenzará a darse a los niños de primaria.
María Ferrer, profesora de español del centro, explica que «el español está muchísimo más en auge» que cuando ella llegó a Italia, hace más de 20 años, sobre todo «en colegios importantes como el nuestro» porque «se ha entendido que con el inglés solo ya no vale».
La profesora enseña español a los alumnos de bachillerato y también los prepara para el DELE, el diploma oficial de español como lengua extranjera que otorga el Instituto Cervantes en nombre del Ministerio de Educación y Formación Profesional de España y del que los alumnos se podrán examinar a partir de ahora en el propio Villa Flaminia, gracias al acuerdo firmado hoy. Italia es el país del mundo con más candidatos registrados a las convocatorias de DELE, unas 25.000 anuales, según los datos del Instituto Cervantes, con más de 10.000 exámenes solo en Roma, a las que hay que sumar los de sus otras tres sedes en Italia: Milán (norte), Nápoles y Palermo (sur).
Simoneta Regine, de17 años, es una de las alumnas que ha aprobado el DELE: «Empecé a estudiar al español desde hace 7 años», indica, al explicar que se trata de «uno de los idiomas más lindos y maravillosos que hay» y que también influyó en su decisión que «es uno de los que más se hablan en todo el mundo». Aún no sabe si enfocará su vida profesional hacia algo relacionado con español y, aunque lo suyo son «los estudios matemáticos y científicos», le gustaría «hacer algo relativo a los idiomas», en particular el español porque «España e Italia están cada vez más cerca».
El director del centro, el hermano de La Salle Salvatore Santoro, también habla español, porque estudió tres años en Madrid, como recordó en la ceremonia en la que decenas de niños recibieron con banderas de España pintadas por ellos mismos al embajador español y al director del Instituto Cervantes. «El Villa Flaminia trabajando mucho en la internacionalidad de la de la institución. Empezamos con el inglés» y luego «pensamos en el español porque es una lengua muy hablada en el mundo y que puede ayudar también a los chicos, que son la futura sociedad».
«Para nosotros es importante que ellos puedan no solo vivir la lengua, sino también la cultura y la gente», lo que supone «un bagaje muy importante por su vida», añade el director, para quien «la cercanía entre España y Italia culturalmente» ha sido «fundamental para que estos chicos se decidieran por el español». El sistema educativo italiano contempla el estudio del español en todas sus etapas de enseñanza obligatoria, en algunos itinerarios de la formación profesional y en la universidad, y lo ofrece en más de 5.000 centros docentes.
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