La situación en Ecuador está «controlada», exactamente en la cárcel de Guayaquil donde este sábado ocurrió una masacre en la que fallecieron 68 reos, informó el portavoz del Gobierno ecuatoriano, Carlos Jijón.
«En este momento, la situación está controlada en toda la penitenciaría», dijo Jijón en una rueda de prensa en la ciudad de Guayaquil (suroeste), unas dos horas después de haber informado de nuevos «ataques» entre reclusos. Apuntó que en los operativos de control participaron 900 policías, mientras que los militares mantenían controles en las afueras del recinto carcelario. Los «ataques» de la tarde tuvieron lugar horas después de la muerte de 68 presos en un enfrentamiento dentro del penal del Litoral, donde en septiembre pasado se registró la peor masacre carcelaria del país, que se saldó con 118 presos fallecidos.
De acuerdo con Pablo Arosemena, gobernador de la provincia de Guayas, cuya capital es Guayaquil, los enfrentamientos en los que murieron 68 reos comenzaron cuando un grupo de presos buscó acorralar a los recluidos en el pabellón 2, que se quedó sin su cabecilla después de que la Justicia lo dejara en libertad al haber cumplido el 60 % de su condena. En la rueda de prensa, Jijón indicó que el jefe de Estado, Guillermo Lasso, hará en las próximas horas «importantes anuncios» sobre decisiones que han adoptado en las reuniones que ha mantenido este sábado con diferentes autoridades del Gobierno y representantes de la sociedad civil.
El sistema penitenciario del país se encuentra bajo estado de excepción desde el 29 de septiembre tras la peor masacre carcelaria registrada en el país, que tuvo lugar precisamente en esta cárcel de Guayaquil, donde hoy se registró la matanza. Las autoridades presumen que los enfrentamientos tienen lugar entre bandas relacionadas con el narcotráfico que se disputan territorios.
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