El primer ministro saliente de Italia, Mario Draghi, aseguró este martes que su Gobierno, a pesar de estar en funciones, no se detiene porque «hay mucho que hacer», ante un otoño que se presenta «muy complicado», durante un encuentro con organizaciones empresariales y antes de presidir un Consejo de Ministros.
Draghi, que abrió una ronda de consultas con los interlocutores sociales que continuará mañana con los principales sindicatos del país, mostró a los representantes de las empresas su voluntad de «implicar a todos» en este momento de crisis, para «hacer frente a la desaceleración de la economía y a una temporada de otoño que se prevé muy compleja», según fuentes gubernamentales. Tras ese encuentro, Draghi presidió un Consejo de Ministros en el que el titular de Economía, Daniele Franco, notificó que en los primeros seis meses del año se ha producido una mejora en la tendencia de las cuentas públicas, con una deuda para 2022 «de momento» inferior en 0,8 puntos del Producto Interior Bruto (PIB) estimado.
Esa reducción, que se eleva a 14.300 millones de euros, del endeudamiento se debe «enteramente a los mayores ingresos» y se «asignará» al nuevo decreto de ayudas a las familias y empresas para paliar los efectos de la inflación que debe aprobarse la próxima semana en el Parlamento, según Franco. Precisamente la falta de apoyo al anterior de decreto de ayudas por parte de uno de los socios de la coalición de «unidad nacional» que apoyaba a Draghi, el populista Movimiento 5 Estrellas (M5S), que lo consideró insuficiente, fue el origen de la crisis que llevó a la caída del Gobierno presidido por el exdirector del Banco Central Europeo.
El informe de ajuste económico presentado por Franco y aprobado por el gabinete indica que el aumento de los ingresos previstos «es atribuible en gran medida» a los impuestos y, en particular, al IVA, cuyo importante aumento se debió «principalmente al aumento de los precios de la energía». Además, según las mismas fuentes, el Gobierno trabaja en los decretos de aplicación de las reformas vinculadas al Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR), dotado de 221.500 millones de euros, de los que 191.500 millones procederán de la Unión Europea.
Tras presentar su dimisión, y en espera de las elecciones adelantadas que se celebrarán el próximo 25 de septiembre, Draghi y su Gobierno siguen al frente del país en funciones, para ocuparse de «asuntos urgentes», en los que se encuadra el PNRR, ya que la falta de las reformas solicitadas por la Unión Europea pondría en peligro la entrega de los fondos de los que Italia es el máximo receptor.
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