La campaña de vacunación en Italia es un factor crucial que ha permitido la recuperación económica del país frente a la pandemia, dijo el miércoles el primer ministro Mario Draghi tras firmar un documento en el que se proyecta un crecimiento de 6% para este año, superior a las previsiones iniciales.
Draghi describió las vacunas contra el COVID-19 como “un ingrediente que favorece la recuperación de la economía italiana”.
“El hecho de que ustedes puedan trabajar con tranquilidad en una empresa, que puedan viajar, que los niños y estudiantes hayan regresado a clases… esto, según yo, es un ingrediente esencial para el crecimiento, el cual debemos proteger”, señaló.
Italia ha vacunado a 78,4% de su población elegible; esto es, aquella de 12 años en adelante. A partir del 15 de octubre se exigirán pases sanitarios a todas las personas para que ingresen en sus lugares de trabajo. El pase muestra que se está vacunado, que se dio negativo en un examen diagnóstico reciente o que la persona está recién recuperada del virus. El documento es necesario para ingresar en lugares recreativos cerrados como teatros, museos y restaurantes, así como para hacer viajes nacionales de larga distancia.
El presupuesto de Italia pronosticó inicialmente un crecimiento de 4,5% tras la contracción de 9% en 2020, cuando la economía del país fue devastada por los confinamientos para contener la pandemia.
El gobierno italiano elevó al pronóstico para 2021 a 6% gracias a fuertes exportaciones, el impacto de las medidas gubernamentales de apoyo a la economía, un aumento de la confianza de los consumidores y las empresas, y una gran reducción de los casos de COVID-19, dijo a la prensa el ministro de Economía, Daniele Franco.
La tendencia en el crecimiento aparentemente se mantendrá, ya que se prevé un crecimiento de 4,2% en el PIB para 2022.
“Hay confianza en Italia, de los italianos y del resto del mundo. Ésa es otra noticia importante”, declaró Draghi.
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