Lo dijo el arzobispo de la Diócesis de Bari-Bitonto, Mons. Francesco Cacucci, en su homilía en la Catedral de Bari, ciudad italiana donde este año se celebra la 99/ a jornada mundial del migrantes y del refugiado.
BARI, 14 de Enero 2013 «Somos todos viajantes, extranjeros, invitados de esta tierra en busca de un destino».
Lo dijo el arzobispo de la Diócesis de Bari-Bitonto, Mons. Francesco Cacucci, en su homilía en la Catedral de Bari, ciudad italiana donde este año se celebra la 99/ a jornada mundial del migrantes y del refugiado. A concelebrar la Misa el Mons. Giancarlo Perego, Director General de la Fundación Migrante.
En la catedral hay numerosas delegaciones de las comunidades extranjeras; un grupo de ellos también interludio con una breve animación musical. «Fe y esperanza – agregó Cacucci – llenan la riqueza de quienes migran. Este cansancio puede ser experimentado sólo si conduce a un objetivo que justifica el esfuerzo «.
Y luego, haciendo hincapié a la obligación de acoger al extranjero y recordando el desembarco de 20 mil albaneses en Bari en 1991, agrego: «Los albaneses no eran sólo un problema para nosotros. En la actualidad representan un recurso real.»