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Los Villancicos navideños, quién los inventó

Abarca varios siglos y es una mezcla de prácticas religosas populares.

Muchos, erróneamente, atribuyeron los primeros villancicos a san Francisco de Asís, que tenía una particular devoción al Niño Jesús, pero no hay villancicos conocidos cuyo autor sea san Francisco. Lo que sí introdujo él fue el belén, la escena navideña. De acuerdo con su biógrafo Tomás de Celano (1200-1265), el santo había querido recrear “el recuerdo del Niño que nació en Belén para ver con los ojos del cuerpo las inconveniencias de su infancia, cómo yacía en el pesebre flanqueado por un buey y un asno”.

Se dice que los franciscanos que seguían a san Francisco escribieron los primeros “villancicos”, que se diferenciaban de los antiguos himnos cristianos en que se escribían en el idioma del lugar y trataban la escena de la Natividad y al mismo Cristo con una cálida familiaridad. Los versos llaman al Niño Dios “nuestro dulce y pequeño hermano” y usan diminutivos afectivos refiriéndose a Cristo como “muñequito”, “pequeñito” y “Jesusito”. Uno de los versos dice: “Vamos a ver a su niño, que yace en la paja/ Mira sus desnudos brazos abiertos/ lo pone en el pecho/ lo cubre como puede/ le pone la comida en la boquita”. [Veggiamo il suo Bambino, Gammettare ne fieno / E le bracia scoperte/ Porgere ad ella in seno / Ed essa lo ricopre, El meglio che puo almeno/ Mettendoli la poppa / Entro la sua bocchina.]

Otro santo, el fundador redentorista Alfonso María de Ligorio (1696-1787), escribió uno de los villancicos más famosos de Italia y más allá: Tu Scendi Dalle Stelle (Tú desciendes de las estrellas). El villancico, que tradicionalmente se canta en Nochebuena en el Vaticano, sigue fielmente el “espíritu navideño” iniciado por san Francisco al describir la escena de la Natividad: “Desde el Cielo desciendes/ vienes oh Rey Glorioso/ un pesebre es tu lecho/ con el frío helador/ Oh, mi querido Niño / tiritando, temblando de frío”. [Tu scendi dalle stelle, / O Re del Cielo, / e vieni in una grotta, / al freddo al gelo. / O Bambino mio Divino / Io ti vedo qui a tremar.]

 

En inglés, la palabra usada para este tipo de música navideña es carol, que viene del antiguo francés carole, una danza circular de orígenes paganos que se remonta al siglo XII. En francés, sin embargo, este género es conocido como Noël, que también es la palabra con la que se designa la Navidad. En italiano, el género se conoce sencillamente como canto di Natale o canto natalizio. En España recibe el nombre de “villancico,” y en portugués vilancete. El “villancico” toma su nombre de un tipo de música popular de la Península Ibérica durante los siglos XV al XVIII. En esa época, los villancicos se escribían para una serie de fiestas como la Inmaculada Concepción, la Ascensión, el Corpus Christi y la Asunción, pero hoy el villancico hace referencia sólo a la Navidad.

En el siglo XIV, varios villancicos, siguiendo la tradición de los italianos escritos por los franciscanos, comenzaron a aparecer en Alemania. Recibían el nombre Weihnachtslied. John Tauler (d. 1361) escribió Es komt ein schif geladen (Un barco llega a toda vela), que es una adaptación de una canción secular. Del mismo siglo es Es is Ros entsprungen, y del XIV, In Dulci
Jubilo.

En 1816, el padre Joseph Mohr escribió Stille Nacht! Heilige Nacht (Noche de paz), que fue cantado por primera vez en la Nochebuena de 1818 acompañado por la música compuesta por Franz Gruber.

 

Fuente. Aleteia.org

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Expreso Latino enero de 2012