Presentan libro estadístico. Las segundas generaciones penalizadas.
Roma, sábado 11 de febrero de 2012 – “Las inmigraciones en Italia entre pasado y futuro” este es el título del dossier presentado ayer en la sala Marconi de la Radio Vaticano, que recuerda datos en la mano los números de los italanos que emigraban y el histórico de los inmigrantes que hoy vienen a Italia. Se recordó también a los italianos que hoy en tiempo de recesión emigran a países en busca de una mejor situación y que la movilidad humana es un derecho natural.
Entre los conferencistas estaba el director general del Ministerio del Trabajo, Natale Forlani y el responsable del Dossier Caritas, Franco Pittau, que consideró oportuno la edición de un libro, mitad en italiano y la otra en inglés, para no olvidar y entender mejor el fenómeno migratorio.
El presidente de la ACLI (Associazione cattolica lavoratori itaiani) Andrea Olivero, recordó la importancia de que el permiso de estadía sea prolongado para evitar expulsiones de personas que ya se han integrado en Italia.
El periodista de Pakistán, Ejaz Ahmad, perteneciente a los periódicos de Stranieri in Italia subrayó la integración de las segundas generaciones con un ejemplo: cuando viajan a los países de origen ellos hablan en urdu mientras que sus hijos lo hacen en italiano. Entretanto los niños no tienen la ciudadanía y si sus papás pierden el trabajo deberán irse a un país en donde no nacieron y cuyo idioma no saben escribir.
El embajador de Marruecos, Hassan Abouyoub, por su parte recordó que la movilidad humana es un derecho natural, y como en ciudades como Casablanca o Rabat hay tantos italianos. Incluso muchos españoles recién llegados en busca de trabajo debido a la crisis.
Consideró además que Europa debía pensar a la creación de 80 millones de puestos de trabajo en el Mediterráneo en previsión a la futura demografía y encontrar políticas comunes en particular por las barreras arancelarias europeas a los productos agrícolas de los países en vía de desarrollo. Criticó el sistema de desarrollo europeo que se basaba en el endeudamiento e invitó a abrir un diálogo entre todos los países del Mediterraneo.
El sacerdote escalabriniano René Maneti, director del Centro Estudio Emigración, recordó su trabajo con los migrantes italianos en Canadá, como sufrían discriminación al punto de que muchas veces sentían verguenza de su origen.
El español Jose Oropeza, director de la Coordinación de la Organización Mundial de las Migraciones para el Mediterraneo, indicó que la emigración debe ser considerada más una oportunidad que un problema. Y del problema europeo con una población que envejece sin un recambio generacional. De la ayuda que dan en trabajos difíciles así como los 5 mil millones de euros que los inmigrantes envían a sus familias.
