El policía que fue herido por el jóven ecuatoriano, ahora es acusado de homicidio debido al uso excesivo de armas. La madre: «Simplemente tenían que calmarlo no rociar el spray sobre él»
El agente que disparó a Jefferson Tomalà en Génova está siendo investigado por negligencia y acusado por culpabilidad por el abuso de uso de armas. Según los investigadores la autopsia aclarará las dudas y las razones del comportamiento de Jefferson. Según la reconstrucción y los investigadores, Tomalà apuñaló al agente, con el intento de matarlo.
Según el tribunal, el uso del arma era legítimo porque el joven atacó al agente, obviamente como recuerda el juez, un consejo técnico balístico especializado continuará a investigar para intentar determinar si no ha habido un exceso de disparos.
La madre en diferentes entrevista criticó la acción del policía, especialmente porque utilizaron el spray de pimienta que ulteriormene enfureció al jóven que hasta entonces amenazaba con suicidarse, como demuestran los cortes en las muñecas que el jóven se había infligido, según escribe el periódico Repubblica.
«No tenía que suceder, hubieramos podido salvarlo ….» Estas fueron las primeras palabras reportadas por el superintendente de policía Paolo Petrella, apuñalado por Jesús Jefferson Tomalá, el ecuatoriano de 20 años que luego fue asesinado a tiros por otro policía que quizo defender a su colega, según el periódico online Primocanale.
Es probable que en las próximas horas se escuchen todos los testigos presentes el día de la tragedia, los policías involucrados, la madre y familiares de Jefferson.
Petrella trsite subrayó su dolor por la muerte del jóven ecuatoriano a los muchos colegas que lo visitaron en el hospital de San Martino, donde ingresó en el departamento de terapia intensiva. El superintendente, a pesar de sus heridas y el hecho de que ha perdido mucha sangre, está fuera de peligro. Petrella, uno de los policías con más experiencia en el campo, conocido entre sus colegas por su gran paciencia, capacidad de mediación y precisamente por estas cualidades y por estar de turno el trágico día fue quien se encargó en primera persona de intentar convencer a Tomalà para que se calmara.
Pero una vez en la habitación dónde el jóven estaba encerrado, algo salió mal: según lo que redacta Primocanale, a hacer explotar los nervios al jóven fue el hecho de que le rociaron un gas con pimienta para inducirlo a abandonar el arma, según los agentes esto le daba tiempo y modo para inmovilizarlo. Lamentablemente la teoria de los policías no salío como pensaban: Tomalà cuando sintió en la cara el spray se lanzó con uno de los agentes más cercanos, primero contra el jóven con el spray y luego contra el superintendente al cual apuñalo varias veces al vientre con el cuchillo que tenía y no soltaba, eso fue que indujo al colega a extraer la pistola y disparar a Jefferson para defender el policía que estaba siendo apuñalado.
Según el juez, el uso del armas era legítimo porque el jóven atacó al agente. La inscripción en el registro de los agentes como sospechosos ha sido sin embargo escrita por el juzgado, un acto técnico, que permite al policía de pedir el derecho de contradicción. El archivo de Tomalà ha sido archivado automáticamente con la acusa de homicidio voluntario y agresión mortal a oficial.
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