Fue condenada a 3 años de cárcel la ecuatoriana de 33 años acusada en Milán de intentar secuestrar a una niña el año pasado en julio en la clínica Mangiagalli fue sentenciado a 3 años de prisión. La sentencia llegó del penal de la Corte de Milán que aceptó la solicitud del fiscal.
Según la reconstrucción del fiscal, la mujer ecuatoriana, una ama de casa que vivía en Mediglia, un pueblo cerca de Milán, había sido vista en los días previos al secuestro cerca de la clínica. Hasta que un día tomó a un bebé, una enfermera vió y entendió la situación y la persiguió gritando por el hospital que la detenieran. Cuando la ecuatoriana entendió que no podía escapar dejó de correr. Una vez bloqueada «no pudo evitar devolver a la niña» y como prueba de su «determinación» al llevar a cabo el hecho de raptar la bebé, el bolso que la mujer tenía: dentro había gorritos, guantes, calcetines y zapatos de color rosado, un biberón e incluso un brazalete como los que usualmente se ponen en la muñeca de bebés recién nacidos para identificarlos y para evitar que sean intercambiados o robados de sus cunas.
Según el representante de la acusa, «a la base del hecho del secuestro existe ciertamente el drama y el trauma humano de la mujer acusada que había perdido a su hijo y que por esta razón temía que su marido la dejara, pero esto no puede influir en el discurso jurídico».
La mujer fue acusada de secuestro agravado y robo de menores, en los últimos meses ha reembolsado económicamente a los padres de la niña. El defensor de la ecuatoriana, el Abogado Nicola D’Amore, había afirmado que su la acusada había actuado asi en un momento en que no estaba completamente consciente y no entendia muchas cosas. El abogado también destacó el hecho de que la compensación se pagó exclusivamente con el propósito de «pedir perdón» a los padres de la niña. D’Amore pidió la absolución y, como alternativa, la condena mínima.
Fuente: milano.repubblica.it
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