En Colombia – Medellín un sicario con un disparó a la cabeza asesina a Griselda Blanco, una de las mujeres más ricas del mundo, la jefa del narcotráfico conocida por su sangriento estilo de venganzas callejeras y también como la persona que «dictó cátedra entre los sicarios de los años setenta» tras matar a varios rivales, e incluso a uno de sus maridos, «pistola en mano», según crónicas sobre su vida.
Roma, 4 Septiembre 2012 – Blanco en los setentas y ochentas, fue una de las pioneras de las rutas de tráfico de Colombia hacia E.E.U.U, sería la mujer que habría introducido posteriormente a Pablo Escobar al mundo del narcotráfico y el cartel de Medellín, fue asesinada este lunes en Medellín, recibió varios balazos en la cabeza hechos por un sicario que huyó en motocicleta, estaba acompañada de una de sus nueras, embarazada, y que resultó ilesa tras el ataque del pistolero.
La Reina de la cocaína, de 69 años, pasó casi dos décadas en prisión en Estados Unidos por tráfico de drogas y por tres asesinatos, incluyendo la muerte de un niño de 2 años de edad en Miami, Blanco además de haber sido acusada de la muerte de otros traficantes e incluso del homicidio de su primer esposo, la justicia estadounidense la condenó por conspiración para introducir cocaína en ese territorio y, tras pagar después de dos décadas su condena, recuperó su libertad en 2004 y fue deportada a Colombia.
Desde que volvió a Colombia, Blanco se convirtió en una de las mujeres más ricas del mundo, se había radicado nuevamente en Medellín y según sus familiares ya no tenía vínculos con la mafia y se disponía a vender varias de sus propiedades.
“Este es el clásico el que a hierro mata a hierro muere”, dijo Corben el investigador que siguio todo el caso de Griselda el lunes por la noche. “O en este caso, el que a sicario en motocicleta mata a sicario en motocicleta muere”.
Esta era la manera de morir que muchos le habían pronosticado: a la Reina de la Cocaina, se le acredita además el haber inventado la idea del “asesino en motocicleta” que se acercaba a sus víctimas y las rociaba de balas. “Nos sorprende a todos que no la hubieran matado antes porque se hizo de muchos enemigos”, dijo el detective “Cuando uno mata a tanta gente y lastima a tanta gente como lo hizo ella, es sólo cuestión de tiempo para que te encuentren y traten de igualar la balanza”.
Cristina Zambrano León