Ningún «protocollo d’intesa» entre el Ministerio del Interior y los patronatos, que habían ofrecidoel servicio de forma gratuita. Los operadores no tendrán acceso al nuevo sistema.
Desde este lunes 18 de mayo la ciudadanía italiana se solicita exclusivamente online, ya que no habrá más ayuda gratuita por parte de los patronatos para obtenerla.
Naturalmente, los mismos continuarán a proporcionar información general y consejos sobre los requisitos y los documentos necesarios que se deben entregar para la solicitud. Pero no podrán ser ellos quienes sigan paso a paso las fases de compilación y el envío de los módulos informáticos; tampoco podrán conocer el estado de las prácticas. Simplemente porque no tendrán acceso a las mismas.
El Ministerio del Interior no ha firmado ningún «protocollo d’intesa» con los patronatos para la solicitud de ciudadanías online, al contrario como ha hecho con la renovación delos permisos de residencia y reagrupaciones familiares. Sólo esto hubiese permitido a los operadores de los patronatos tener las credenciales para acceder al sistema, rellenar los formularios de los usuarios, enviarlos y seguir el estado de la solicitud.
Durante un largo tiempo se llevó a cabo una negociación entre las partes que, por los momentos, no ha conducido a nada. Al parecer, el principal problema que ha impedido firmar el protocolo ha sido el de la privacidad «privacy», ya que en la solicitud se piden documentos «sensibles» como es el caso del certificado de antecedentes penales.
Son muchas las versiones de pasillo del porqué no se haya llegado a un acuerdo. Una de ellas es que la solicitud de la ciudadanía es un acto voluntario, por lo que es bueno que el aspirante italiano esté activo en primera persona para presentarla. Otra es que el Ministerio del Interior no quería que «cualquier tipo de asociación pequeña» tuviera en sus manos este tipo de prácticas sensibles.
Cortar por fuera los patronatos es una limitante para quién no están familiarizado con la computadora y con la Ley de Ciudadanía. Ciertamente, muchos profesionales expertos en materia, como abogados, consultores y agencias de prácticas de inmigración, estarán dispuestos a ofrecer sus servicios, por supuesto a pagamento. Los patronatos, al contrario, habrían compilado y enviado la solicitud de ciudadanía de forma gratuita, como ya lo hacen para las renovaciones de permisos de residencia y reagrupaciones familiares.
Esto puede comportar un aumento de personal no calificado así como de asociaciones oscuras que se venden a precios más bajos que los profesionales, rellenando las solicitudes sin entrar en detalles. ¿Cuántos, con el fin de ganar algo, iludirán a sus clientes haciéndoles creer que son elegibles para convertirse en ciudadanos italianos aunque no sea cierto?. ¿Cuántas prácticas, que no cumplen con los requisitos, ralentizarán aún más el trabajo de las prefecturas?.
Todos estos inconvenientes surgirán seguido del período de experimentación del sistema, será compito del gobierno identificarlos en tiempo y modificar las condiciones, para ofrecer un sistema cada vez mejor.
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