Amnistía Internacional sostuvo en un comunicado que se habría podido rescatar a más víctimas si la operación de salvamento hubiera contado con mayores efectivos. En este año se han rescatado más de dos mil cien inmigrantes.
04.03.2015 – La organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) pidió hoy a la Unión Europea que invierta mayores recursos para frenar las muertes en el Mediterráneo de migrantes que tratan de alcanzar las costas italianas desde el norte de África.
Tras el naufragio la semana pasada de cuatro botes neumáticos que se cobró la vida de 300 personas que navegaban desde Trípoli hacia la isla italiana de Lampedusa, «AI» sostuvo en un comunicado que se habría podido rescatar a más víctimas si la operación de salvamento hubiera contado con mayores efectivos.
«Los oficiales de la guardia costera italiana respondieron a la llamada de socorro admirablemente, con un coraje personal excepcional», si bien «es imposible calcular cuántas vidas podrían haberse salvado si hubieran contado con mejores recursos», lamentó el portavoz de la organización, Matteo de Bellis.
Amnistía recordó que el pasado día 8, cuando una tormenta sorprendió a los inmigrantes en el mar, el barco principal del dispositivo de salvamento comunitario Tritón estaba varado a cientos de kilómetros, en Malta, para someterse a labores de mantenimiento.
«Las embarcaciones militares que se utilizaban en la extinta operación de salvamento Mare Nostrum también estaban fuera de servicio, todavía más lejos, en Sicilia», criticó De Bellis.
Desde noviembre de 2014, la operación europea Tritón, con un presupuesto de 2.9 millones de euros al mes, sustituye al dispositivo italiano Mare Nostrum, que costaba 9.3 millones al mes.
El dispositivo italiano, establecido en octubre de 2013 tras la muerte de más de 500 personas en el Mediterráneo, sirvió para efectuar unos 155 mil rescates, según Amnistía Internacional.
Investigadores de la organización han recogido en Roma y Lampedusa el testimonio de los supervivientes de los naufragios, que habían pagado a traficantes de personas el equivalente a 650 euros por cruzar el Mediterráneo desde Libia.
Los emigrantes partieron el 7 de febrero de Garabouli, a 40 kilómetros al oeste de Trípoli, pero se encontraron con un fuerte temporal a primera hora de la mañana del día siguiente.
Según explicó la Guardia Costera italiana a «AI», «navegaban hacia una muerte prácticamente segura».
«El parte meteorológico era malo para toda la semana. Los botes estaban impulsados por pequeños motores fueraborda y los traficantes no les habían provisto con suficiente combustible para el viaje», explicaron a la organización las autoridades italianas.
La operación de rescate logró salvar a 105 personas de uno de los botes, si bien 29 de ellas murieron por hipotermia y otras causas una vez habían sido rescatadas, tras haber estado expuestas a condiciones extremas durante cerca de dos días.
Dos barcos mercantes que se encontraban en la zona pudieron rescatar a otros nueve supervivientes de otros dos botes. Este fin de semana, las autoridades italianas han rescatado en el Canal de Sicilia a más de dos mil 100 inmigrantes que intentaban alcanzar las costas meridionales de Italia.
Según Amnistía Internacional, la llegada de refugiados e inmigrantes continuará aumentando a medida que Libia «se sume cada vez más en la violencia».
efe
C.Z.León