En medio del creciente interés y la popularidad del método de ayuno intermitente, es crucial sopesar las afirmaciones entusiastas con una mirada escéptica basada en la ciencia. Si bien algunos defensores lo elogian como una panacea para la pérdida de peso y la salud en general, los expertos advierten que este régimen alimentario puede no ser la solución que muchos esperan.
Marco Silano, director del Departamento de Enfermedades Cardiovasculares, Endocrinas-Metabólicas y del Envejecimiento del Instituto Superior de Salud, ofrece una perspectiva informada sobre el tema. Silano subraya que el ayuno intermitente no es una herramienta efectiva para el control del peso. Más bien, describe cómo este método puede «reiniciar» el metabolismo al reducir los factores que desencadenan la producción de insulina, el hormona responsable de la transformación de los alimentos en masa muscular o, en su defecto, en grasa corporal.
El enfoque de «resetear» el metabolismo mediante el ayuno intermitente puede parecer atractivo, especialmente en una sociedad donde el exceso de comida es común. Sin embargo, como advierte Silano, este método no es para todos y no debe tomarse a la ligera. Es esencial consultar a un médico antes de embarcarse en cualquier tipo de régimen alimentario, incluido el ayuno intermitente.
Un estudio reciente sugiere incluso un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular entre aquellos que practican el ayuno intermitente. Esto subraya la necesidad de un enfoque cauteloso y personalizado en lugar de seguir modas o tendencias sin un respaldo científico sólido.
En resumen, si bien el ayuno intermitente puede ofrecer beneficios potenciales para algunas personas, no es una solución universal ni está exento de riesgos. Es esencial abordar cualquier cambio en la dieta con el asesoramiento de profesionales médicos calificados y considerar cuidadosamente factores individuales de salud y bienestar antes de embarcarse en este tipo de régimen alimentario.
