La iniciativa de Meloni de permitir que los votantes elijan directamente al primer ministro de Italia se destaca como uno de los proyectos más ambiciosos del Gobierno. La meta es asegurar mayor estabilidad en un país donde las alianzas gubernamentales apenas sobreviven unos pocos meses, e incluso semanas.
Giorgia Meloni la ha descrito como la principal entre todas las reformas
Su propuesta de permitir que los votantes escojan directamente al primer ministro de Italia es uno de los planes más ambiciosos del Gobierno. Aunque el gabinete aprobó recientemente la propuesta, la última palabra podría recaer en los votantes, ya que se contempla la realización de un referéndum si dos tercios de los legisladores no respaldan la reforma. La primera etapa de votación se llevará a cabo en el Senado, aunque aún no se ha establecido la fecha exacta.
«Este podría convertirse en un trayecto lleno de desafíos para Meloni, generando numerosas incógnitas. Es demasiado pronto para determinar si logrará obtener una mayoría sólida para evitar el referéndum. Y, lo que es más crucial, ¿cuáles serían las consecuencias para Meloni en caso de perder esta contienda? Matteo Renzi, ex primer ministro, transitó por un camino similar casi una década atrás, cuando su referéndum sobre un conjunto de reformas constitucionales fue rechazado, resultando en su dimisión repentina», señala la corresponsal de Euronews en Italia, Giorgia Orlandi. «No será sencillo para Meloni, ya que la propuesta de reforma ha recibido críticas no solo de la oposición, sino también de la coalición en el poder. Se estima que se necesitarán alrededor de 18 meses para debatir el proyecto de ley», destaca el profesor Raffaele Bifulco, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Luiss Guido Carli de Roma.
Conforme a las últimas encuestas, la mayoría de los italianos parece respaldar el cambio propuesto, y si la reforma es aprobada, representaría un gran logro para Meloni.
«El éxito de la reforma no solo fortalecería el liderazgo de Giorgia Meloni, sino que también enviaría un mensaje a Europa y al mundo, indicando que Italia busca una mayor estabilidad política», subraya el profesor Raffaele Bifulco, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Luiss Guido Carli de Roma.
La elección directa del primer ministro italiano requeriría una revisión del actual sistema electoral para prevenir sorpresas de último momento. La prioridad de Meloni es establecer un nuevo récord y triunfar donde otros han fracasado, facilitando a los líderes nacionales la consecución de sus metas.
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