Un tribunal italiano ha dictaminado que dos hombres de 42 y 40 años deben abandonar la casa de su madre después de que esta acudiera a la justicia alegando que no contribuían económicamente al hogar y tampoco ayudaban con las tareas domésticas. La sentencia refleja una situación común en Italia, donde los jóvenes tienden a quedarse en casa de sus padres durante más tiempo que en otros países europeos.
Un tribunal italiano ha emitido un fallo controvertido que ordena a dos hombres, de 42 y 40 años, abandonar la casa de su madre, Simona Caterbi, de 75 años, quien había acudido a la justicia argumentando que sus hijos no contribuían económicamente al hogar ni participaban en las tareas domésticas. El tribunal respaldó la solicitud de la madre, y los dos hombres deben desalojar la vivienda antes del 18 de diciembre.
La madre había intentado en vano convencer a sus hijos para que se fueran, pero finalmente fue un juez quien respaldó su petición. La sentencia establece que la convivencia inicial podría haber estado justificada, ya que los padres tienen una «obligación alimentaria» hacia sus hijos. Sin embargo, en la actualidad, no parece justificable que los dos hombres, ambos mayores de 40 años, continúen viviendo en el mismo hogar que su madre.
Este caso refleja una situación común en Italia, donde los jóvenes tienden a quedarse en casa de sus padres durante más tiempo que en otros países europeos. Según un reciente estudio de Eurostat, la edad promedio en la que los jóvenes italianos se independizan es de 30 años, cifra similar a la de España y la séptima más alta entre los países de la Unión Europea. En comparación, la media de la UE es de 26,4 años, con países como Finlandia, Suecia y Dinamarca registrando edades de independencia significativamente más tempranas, por debajo de los 22 años.
Este caso ha generado un debate sobre la independencia de los adultos jóvenes en Italia y plantea preguntas sobre cuándo es apropiado que los hijos dejen el hogar de sus padres. La decisión del tribunal ha destacado la importancia de la responsabilidad y la contribución de los hijos al bienestar del hogar familiar, incluso cuando son adultos.