Pesquisas sin parar, los investigadores se centran en la lama del cuchillo con la que mataron a la joven dominicana Yirel Peña Santana. Además del cuchillo incautado, se busca algo más.
Las investigaciones sobre le homicidio de la dominicana Yirel continúan sin cesar. Si bien el Ministerio Público hace unos dias dio el visto bueno para que la familia pueda dar sepultura digna a Yirel Peña Santana, las pesquisas de los investigadores se enfocan en el paradero del presunto homicida y el arma homicida. El cual puede no ser el identificado en primera instancia durante las investigaciones.
Según las investigaciones la longitud de la lama del pequeño cuchillo encontrado inmediatamente cerca de la casa de la víctima aparentemente no sería compatible con la profundidad de las heridas encontradas en el cuerpo de la dominicana. Es por eso que la investigación aún estaría en curso. La atención en este atroz asesinato es verdaderamente máxima.
La reconstrucción
El 27 de mayo, Yirel Peña Santana, treinta y cuatro años de origen dominicano, fue encontrado sin vida en un charco de sangre en su departamento de Via Pascoli – en el centro de Cassino – masacrada a golpes, cuatro de los cuales fueron letales. A dar la alarma, un vecino que habría notado la puerta de la casa abierta y la sangre en la entrada: este fue el comienzo de las investigaciones de los agentes del equipo móvil de Frosinone.
En 24 horas los agentes, coordinados por el fiscal Siravo, identificaron al presunto autor del asesinato, gracias al rastro de la mano en la pared del dormitorio de la mujer: Sandro Di Carlo, un obrero de 26 años de Cassino; el mismo terminó bajo custodia el domingos por la noche. Quien en el primer interrogatorio – el de la fiscal Maria Beatrice Siravo – permaneció en silencio. En el segundo interrogatorio, en presencia del juez de instrucción Casinelli, nego todo. Sandro Di Carlo, confirmó que sí estuvo en esa casa y se encontró con la dominicana Yirel, pero que no le hizo daño: según el habría vuelto a recuperar un objeto personal, y en ese momento habría visto Yirel en un charco de sangre.
El cargo que se le imputa a Di Carlo, es el de homicidio doloso, como agravante, el del motivo fútil. Después de la validación, el presunto asesino fue trasladado de la prisión de Cassino a Roma, a la prisión de Regina Coeli por razones de seguridad. El juez de instrucción Casinelli reconoció el peligro de reincidencia y manipulación de las pruebas. El abogado del joven detenido, Alfredo Germani, está evaluando la posibilidad de solicitar un informe psiquiátrico y proceder a la revisión.
Esperando el funeral
En tanto, ayer la madre de Yirel, doña Lucía, recibió a través de su abogado – el abogado Marco Rossini- la comunicación del documento de no impedimento de realizar el funeral. Según informes la madre de Yirel, esta evaluando dónde dar sepultura adecuada a su hija: de momento, por cuestiones relacionadas con las pesquisas, Yirel podría quedarse en Italia: o en Cassino o en Génova, donde reside su madre. Precisamente en Génova, casi simultáneamente con las manifestaciones contra la violencia que tuvieron lugar en dicha ciudad, la comunidad sudamericana se encontró unida junto a la familia de la víctima.
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