Sobre diacinueve alumnos, sólo dos son italianos. El superintendente: «El Común de Milán nos ayudará, pero es un experimento».
Roma, 31 Agosto 2012 – Sonará de nuevo la campana del primero de primaria en la escuela estatal «Lombardo Radice» de via Paravia en Milán, en el multiétnico barrio de San Siro.
Después de un año de stop, en septiémbre entrarón en clase diecinueve niños, diecisiete de los cuales son hijos de inmigrados y no tienen la ciudadanía italiana. Casi todos han nacido y crecido aquí, pero para la ley sono ocho egipcios, cuatro marroquís, un ecuatoriano, un salvadoreño, un ucraino y un eritreo.
Propio las muchas inscripciones de los hijos de inmigrados (o las muy pocas inscripciones de hijos de italianos) habían empujado el superintendente a no formar un primero de primaria durante el año escolastico pasado, aplicando así en manera rigurosa el techo del 30% de alumnos no italianos deciso por el ex ministro de la instrucción Mariastella Gelmini. Y el tribunal le había dado razón, aplazando el apelo de algunos padres.
El mismo copión parecía que entraría en programa esta ves, con el riesgo que dentro de algunos años la escuela llegase a cerrar definitivamente. Una mediación del Común de Milán ha empujado la oficina escolastica provincial e intentar lo que el dirigente Giuseppe Petralia presenta como un experimento.
» Este será un año de standby, en colaboración con el Común, que me ha garantido de intervenir para crear una situación de integración y relanzar la escuela. He dado permiso para abrir un primero de primaria, pero si las cosas no irán bien, – avisa Petralia- estoy dispuesto a terminar la experienza.
E.P
C.Z.León
