La grave crisis diplomática nace de la fuga de la exministra ecuatoriana María Duarte.
Las ya tensas relaciones diplomáticas entre Argentina y Ecuador se han agravado repentinamente en las últimas horas debido a la decisión, primero del gobierno de Quito y poco después del de Buenos Aires, de declarar personas non gratas a los respectivos embajadores de los dos países.
El hecho está vinculado a la historia de la exministra de Transporte de Ecuador en el Gobierno del expresidente Rafael Correa, María Duarte, condenada a ocho años por corrupción, quien luego de estar exiliada durante 30 meses en la representación diplomática Argentina en la capital ecuatoriana a la espera de un pase de su gobierno nunca otorgado, se dio a la fuga el pasado fin de semana, reapareciendo ayer frente al portón de la Embajada Argentina en Caracas.
En reacción a esto, la Cancillería ecuatoriana, por boca de su titular, Juan Carlos Holguín, anunció que el Embajador Argentino, Gabriel Fuks, ha sido declarado persona non grata e invitado a salir del país.
No mucho después, la Cancillería Argentina, lamentando la decisión del gobierno del Presidente Guillermo Lasso, comunicó la aplicación de la reciprocidad de expulsión hacia el Embajador Ecuatoriano en Buenos Aires, Xavier Alfonso Monge Yoder.
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