Las áreas de servicio de las autopistas italianas han proclamado una huelga de 72 horas a partir del próximo 13 de diciembre en protesta por la intención del nuevo Gobierno, que preside la ultraderechista Giorgia Meloni, de mantener el actual sistema que concede «enormes beneficios» a las empresas concesionarias, aseguraron hoy los sindicatos.
El objetivo del paro, que comenzará a las 22.00 horas locales (21.00 GMT) del martes 13 de diciembre y finalizará a la misma hora del viernes 16, es oponerse a un decreto interministerial en estudio que «preserva un sistema que permite que las empresas concesionarias disfruten de enormes beneficios de posición, lucrándose del bien público». Según los sindicatos de los gestores de estaciones de servicio, Faib, Fegica y Anisa, que han decretado la protesta tras la difusión del borrador, este decreto «no prevé ninguna racionalización de la red para una mayor eficiencia», ni «propone un sistema de imposición de cánones en beneficio exclusivo de la posición de ingresos de las concesionarias».
Tampoco «contiene una reforma normativa que pueda permitir la recuperación de la economía destinada a reducir la anormal diferencia de precios entre las carreteras ordinarias y las autopistas, vulnera las normas del sector colocadas para proteger la continuidad de la gestión y los niveles de empleo», añaden los sindicatos. A pesar de la «denuncia» que han presentado formalmente a través de una nota sindical a los ministros del gobierno anterior y del actual, según explica la agrupación, no se ha recibido respuesta alguna, ni ha tenido lugar la reunión solicitada con urgencia.
Las organizaciones hablan del «estado de absoluta degradación al que han sido sometidas las áreas de servicio de las autopistas, tanto en lo que se refiere a los precios de los carburantes y de la restauración, totalmente anormales y fuera de mercado, como en lo relativo a los estándares de calidad». Asimismo, los sindicatos han lamentado que «una vez más, corresponde a las pequeñas empresas de gestión con los únicos medios a su alcance, es decir, la abstención laboral, la ingrata tarea de destapar una olla podrida que parece ser funcional para todos menos para los gestores y consumidores, que, de hecho, en menos de diez años han reducido sus compras de autopistas en un 80%».
«La proclamación formal de la huelga», concluye la nota, «ya ha sido enviada a la Comisión de Huelgas de los Servicios Públicos, a la que se ha pedido que active los procedimientos de enfriamiento y conciliación para los conflictos colectivos de interés nacional, según la normativa vigente».
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