Médicos Sin Fronteras (MSF) ha recurrido ante la Justicia italiana el decreto por el que el Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni retuvo durante varios días una embarcación que portaba más de 500 migrantes rescatados en alta mar, confirmaron este martes a EFE fuentes de la ONG.
MSF denunció que las autoridades italianas impidieron que su barco humanitario «Geo Barents» pudiera atracar en territorio nacional durante «más tiempo del necesario para proveer asistencia y operaciones de rescate», explicaron desde la organización. El decreto, impulsado por el vicepresidente y ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, impulsor de la política italiana de «puertos cerrados» a las ONG humanitarias, permite que solo bajen del barco los inmigrantes que tras una evaluación médica demuestren encontrarse en una situación de vulnerabilidad.
El resto debe permanecer en la nave para ser después devuelta a aguas internacionales.
La ONG aseguró en su recurso que la norma es «ilegítima y discriminatoria» porque va en contra de la legislación internacional sobre salvamento marítimo, indicó en un comunicado. El Geo Barents atracó en el puerto de Catania (Sicilia, sur de Italia) el pasado día 5 con 572 inmigrantes a bordo, pero en un primer momento solo desembarcaron los considerados «vulnerables», esencialmente mujeres, menores y enfermos, mientras que otros 215 tuvieron que quedarse en la nave. Finalmente, al cabo de tres días desembarcó el resto de migrantes, después de que MSF pidiera una segunda evaluación de las personas que seguían en el barco, ya que había surgido un brote de sarna y muchos de ellos estaban viviendo ataques de pánico y otros problemas mentales.
La mayoría de los pasajeros eran hombres procedentes de Pakistán, Bangladés, Egipto y Siria.
Era la segunda embarcación sometida a esta nueva doctrina, después de la alemana «Humanity 1» de la ONG SOS Humanity, de la que inicialmente solo se permitió el desembarco de 144 inmigrantes -mujeres, niños y enfermos- mientras que 35 siguieron a la espera a bordo en Catania. SOS Humanity también ha interpuesto una demanda contra esta legislación ante el Tribunal Administrativo del Lacio, mientras que otro barco, el «Ocean Viking», de la ONG francesa SOs Mediterránee, atracó en Francia con 234 migrantes después de ser rechazado por las autoridades portuarias italianas.
El nuevo Gobierno de Italia presidido por Meloni ha iniciado un pulso contra las naves de las ONG, a las que acusa de favorecer la inmigración irregular, y les ha cerrado sus puertos, como ya hiciera Salvini en 2018 cuando era ministro del Interior. El actual titular de Interior y exjefe de Gabinete de Salvini, Matteo Piantedosi, explicó que la intención es no permitir el desembarco de todos sino que se enviarán equipos técnicos a las embarcaciones para «verificar» el estado de necesidad de los náufragos y después decidir si se acepta su desembarco.
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