Perugia, el agresor ecuatoriano elige el proceso abreviado. La joven víctima estaba borracha y drogada: «Hoy me da vergüenza que me vean.
El ecuatoriano de 27 años investigado por el Ministerio Público de Perugia por marcar con una botella de vidrio rota el rostro de una jóven colombiana quiere descontar la pena a través de la elección del rito abreviado. La defensa, de hecho, pide un juicio abreviado: así el juicio dura menos, precisamente porque se renuncia al juicio, para obtener a cambio una rebaja considerable de 1/3 de la sentencia.
En el aula: El juicio abreviado se desarrolla en el estado de los documentos, únicamente con el material recabado por la Fiscalía durante la investigación: el ecuatoriano, en el presente caso, no podrá aportar pruebas para sustentar la defensa. Lo único que podría hacer, como dice su abogado Gaetano Figoli, será hacer declaraciones espontáneas en la sala del tribunal. En aula se presentó este 6 de octubre ante la jueza de audiencia preliminar Ángela Ávila, quien lo juzgó por las controversias planteadas por la acusación sobre, las lesiones personales graves y la deformación de la apariencia de la persona por lesiones permanentes en el cara.
Acción civil: El ataque tuvo lugar el 26 de marzo en la madrugada, frente a un pequeño club nocturno, Sonia, ubicado en el distrito de Fontivegge en via Cortonese. La víctima – según se puede leer en los informes médicos del hospital – estaba ebria y drogada, los exámenes dieron positivo a benzodiazepinas y cocaína. La acusación contra el ecuatoriano señala que fuera de la discoteca, al lanzarle unos puñetazos y usar «una botella rota intencionalmente«, provocó en la colombiana de 32 años un «probable trauma occipital, cortes múltiples en la cara, heridas e irregularidades de los huesos nasales, que también dieron lugar a la cicatrización permanente del rostro, consistente en una alteración permanente de los rasgos fisonómicos, como para perturbar significativamente la armonía del rostro». El pronóstico es de 30 días. La joven y su familia comparecerán en la acción civil a través de la abogada Giorgia Ricci.
“Me da vergüenza salir y que me vean los demás”: Según la reconstrucción de la colombiana agredida, el hombre se acercó en la discoteca mientras ella y unos amigos conversaban: lo sacaron del club, alrededor de las 6.30 de la mañana, comenzó a hacer el loco contra ella quien, en respuesta, en un intento de asustarlo, rompió una botella de vidrio. Ella quería asustarlo. En Colombia -dice- así se hace. En ese momento el hombre rompió otra botella y la marcó, golpeándola en la cabeza y pateándola en las piernas. La joven, era en un charco de sangre cuando la llevaron al hospital. Por lo que hizo, el ecuatoriano de 27 años no fue a prisión, solo fue investigado. “Está libre – dice un familiar de la víctima -. A ser reclusa por la vergüenza de salir y no ser vista por nadie soy yo. Ni siquiera me puede atender con un cirujano plástico porque no tengo los documentos en regla, solo voy al hospital cuando ya no aguanto más del dolor”.
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