“El Honorable Presidente de la Provincia de Roma Sr. Nicola Zingaretti, después de haber otorgado la ciudadanía honoraria a 300 niños nacidos en Italia, de padres extranjeros, concedió una entrevista exclusiva a Expreso Latino – Stranieriinitalia.it, en la que explica, entre otros temas, su opinión sobre el tema de la inmigración a 360 grados!”
Usted ha afirmado recientemente que «Seguir hablando del fenómeno migratorio, sólo como una cuestión de contención de los flujos u orden público no sólo es equivocado, sino también estúpido” ¿En qué términos, se debería hablar sobre los extranjeros en Italia?
Empezando con decir la verdad. La llegada de inmigrantes ha sido por muchos años descrita cómo un peligro para nuestra sociedad y nuestra economía: nos habrían sacado dinero, habrían hecho estallar los servicios públicos, habrían invadido escuelas y hospitales…. La verdad es exactamente lo contrario.
De una simple suma presentada el año pasado por Caritas / Migrantes Dossier resulta que las contribuciones para el estado italiano consiguiente a la presencia de inmigrantes añadiendo las cotizaciones de seguridad social y los impuestos pagados son de 10,8 miliardos de euro al año, contra un total de salidas de poco superior a los 9 miliardos.
Enfrentar la verdad significa dejar de mirar a la inmigración como un problema de destruir, dejando de crear propagandas basadas en el miedo a lo diferente y empezando a considerar la presencia de los extranjeros en Italia como un recurso: un factor económico importante y sobre todo un enriquecimiento para el ser humano.
Esto, obviamente, de ninguna manera, sin minimizar las dificultades que caracterizan a menudo los procesos de integración, es mejor mirar estos fenómenos a la luz de un acuerdo claro de reciprocidad hecha de derechos y de deberes. Esto es lo que yo llamo un mensaje verdadero.
¿Qué piensa sobre la política y las leyes de las expulsiones, Y de los rechazos?
Una regulación de los flujos migratorios es indispensable. Pero en los últimos años se ha impuesto con la fuerza de la ley una real aberración: hemos llamado rechazos, a lo que en realidad se ha transformado a menudo en una masacre de inocentes por ahogamiento, la mayoría son solicitantes de asilo y refugiados políticos.
No es una cuestión de piedad: está en juego la base jurídica y los valores de la civilización europea, que nos dice que cualquier ley tiene su límite.
¿Qué quiere decir cuando afirma que la ley tiene límites?
Es decir, el respeto a los derechos fundamentales del hombre. También sobre esto tenemos que decir…basta ya! con la hipocresía.
“El Premio Money Gram (Premio a las iniciativas empresariales de migrantes en Italia) tiene como objetivo promover la excelencia entre las empresas fundadas y gestionadas por empresarios extranjeros en Italia. Los datos muestran que nuestros empresarios en Italia son más de 400.000 (Entre el 2010 y 2011 los cargos de los propietarios de la empresa y los accionistas extranjeros en Italia han aumentado de un 6%) y la contribución al PIL nacional del 12,1%, además, cerca del 87% de las empresas con propietarios extranjeros se encuentran en el centro-norte de la península y Rumania, Perú y Colombia, son los países más representados.”
¿Según usted, si Italia quiere vencer la crisis, ponerse de pie y enfrentar el futuro, necesita enfocarse sobre los extranjeros y sobre su papel en la economía?
Los datos que usted ha citado nos dicen que invertir en este aspecto, en la presencia extranjera en Italia no es sólo útil, si no que esto, puede, además, representar un pilar fundamental para la recuperación económica.
¿De qué manera?
Creo que para favorecer un salto de calidad es indispensable hacer tres cosas: la primera es una revisión radical de la legislación de inmigración para facilitar la llegada de empresas, cerebros, capital humano y riqueza material a Italia, en segundo lugar, agilizar los complejos procedimientos burocráticos que son la base para la creación de las empresas start up, apoyando, incluso a través de bandos públicos, el mérito, la innovación y la creatividad, y, en tercer lugar, estar convencidos de que la política de integración es invertir en la formación, como elemento clave para garantizar las oportunidades de trabajo y crecimiento personal.
¿Considera que debería ser mayor, el papel de las autoridades locales en la gestión de la inmigración, tomando en cuenta también, la relación más directa que tienen con los ciudadanos extranjeros?
Creo que existen dos niveles: en primer lugar, por supuesto, una dirección de la política fuerte y un mayor valor para la innovación legislativa en el ámbito nacional, pero, además de esto, el crecimiento de un protagonismo positivo de las comunidades locales en la construcción de políticas de integración como el apoyo a una batalla cultural.
Pienso, por ejemplo, en el extraordinario mensaje que muchos gobiernos locales, incluido el nuestro, están dando con la concesión simbólica de la ciudadanía honoraria a los niños extranjeros que viven en su propio territorio.
¿Piensa usted que conceder a los inmigrantes el derecho al voto en las elecciones administrativas, podría garantizar de por si una mayor integración?
No, en sí, pero puede representar un elemento fundamental para una nueva política de inmigración. Como dije antes, derechos y deberes: es a partir de aquí que debemos empezar.
Usted se ha adherido a la campaña «Quien nace aquí es de aquí», para el derecho a la ciudadanía. ¿Piensa que un día, en Italia dos niños que nacen en el mismo país, hablan la misma lengua, frecuentan las mismas escuelas, y que un día trabajarán y pagarán juntos los impuestos, tendrán los mismos derechos?
Yo no hago predicciones, pero la cuestión es clara, creo que es un deber de la política llegar a aprobar una ley con urgencia, para evitar una situación social marcada por la discriminación y que pronto puede volverse explosiva.
Ya hoy en nuestro país viven un millón de menores extranjeros sin ciudadanía, más de la mitad, 500 mil, han nacido en Italia. Niños y chicos que hablan italiano, comen italiano, frecuentan nuestras escuelas, pero no tienen derecho de definirse italianos.
Seguir negando este derecho elemental y básico, significa dejar crecer una generación «Sin Raíces», empujando a muchos niños, incluso adolescentes, hacia la marginación y la ira.
Muchas gracias Presidente por su tiempo y su amabilidad.
Expreso Latino
C.Z. León
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