Llegan los datos de doce ciudades atrasadas y se revisó el aumento del número de domiciliados extranjeros. Queda, pero un agujero de setecientos mil presencias
Roma – 19 de junio de 2012 – La actualización de los datos del Censo da a otros cien mil inmigrantes a Italia.
Cuando a finales del pasado abril, el Instituto Nacional de Estadística publicó los primeros resultados de los formularios recopilados en toda la Península, explicó que para las doce ciudades sólo se realizó una estimación. Cagliari, Florencia, Livorno, Messina, Milán, Nápoles, Perugia, Prato, Ravenna, Roma, Turín, Salerno, no habían, de hecho terminado el conteo, y así el número de habitantes fue fruto de una proyección con base en los formularios ya eliminados.
De esta manera, sobre todo en Milán, Roma y Nápoles el número de inmigrantes tenia el riego de que se subestime. «Los municipios se han hecho ayudar de mediadores culturales y de asociaciones para recoger los cuestionarios de los ciudadanos extranjeros, que fueron devueltos más tarde y por lo tanto trabajados por últimos», explicó a Stranieriinitalia.it Giuseppe Sindoni, responsable del Censo.
Una previsión confirmada hoy, con los nuevos datos llegados por las ciudades a pachorrudas. «En los comúnes interesado – explica una nota del Istat – el número de extranjeros domiciliados es pasado, en el complejo, de 535.032 a 630.899: un aumento de 95.867 personas con respecto a los datos difundidos el 27 de abril 2012. Con esta variación, el resultado provisional del censo relativo a los extranjeros habitualmente sube a 3.865.385 habitantes.»
La actualización hace que sea un poco menos denso, pero no revela el misterio de los inmigrantes» desaparecidos «. El 1 de enero del 2011, fueron inscritos en los registros italianos 4,570,317 ciudadanos extranjeros, de todos modos en el recuento del censo son menos de 700 mil.
¿Se han ido de Italia? ¿Se han quedado aquí, pero como inmigrados irregulares? Quizás en parte, pero muchos expertos creen que también muchos inmigrados regulares no han contestado al censo, por una larga serie de razones: desconfianza, escasa información, poca gana de señalar alojamientos de suerte o direcciones dónde pudieran ser localizados si un día perdieran el permiso de estadía…
Mientras tanto, varios municipios han lanzado llamados a los desaparecidos para que se hagan vivos y en todo se tendrá que mandar a los guardias municipales a golpear a sus puertas. Sólo quién no será encontrado después de estos ulteriores controles podrá ser borrado de las listas anagráficas, dando razón a la fotografía tomada por el Censo.
