Generalmente «tira cacahuetes cuando ve un negro, pero lo hace como una broma porque le gusta hacer chistes, ha tenido una vida dura, a 39 años lamentablemente ya no puede ir al estadio de fútbol la policía le ha prohibo dado que es un ultras peligroso».
Son las extrañas palabras que utiliza el hermano de Amedeo Mancini, el ultra de fútbol detenido bajo sospecha de asesinato del refugiado nigeriano, Emmanuel Chidi Namdi, en Fermo, en su defensa.
Una defensa la Simone Mancini, que deja mucho de que pensar, como informa el periódico italiano La Stampa:
«Ya lo condenaron, aunque si hubiera preferido que me sucediera a mi, dado que yo ya he estado en la cárcel por vender drogas. La verdad es que hacemos muchos sacrificios para poder vivir bien, yo arreglando las suelas de los zapatos en una fábrica y él trabajando cada día en el campo: recojiendo cebollas y cortando la leña».
Diferente el tono y las palabras, que utilzó su amigo de infancia, Sandro Rossi, para defenderlo: «Probablemente queria sólo jugar. Amadeo no es racista, su mejor amigo es del Magreb. Y conmigo siempre fue muy generoso: si no me maté diez años atrás, cuando mi novia me abandonadó, lo debo a él».
Fuente: Huffingtonpost
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